Este triste aniversario nos llama no solo para lamentar las pérdidas, sino también para reflexionar sobre el valor, el sacrificio y el espíritu altruista que caracterizan a nuestros bomberos. Ellos representan lo mejor de nosotros, mostrando una voluntad inquebrantable para enfrentar los peligros más grandes por el bienestar y la seguridad de otros.
 
En este día gris, recordamos con profundo respeto y gratitud a aquellos que se sacrificaron en la tragedia de Puerto Madryn. Que su memoria perdure siempre y que su legado continúe iluminando el camino del coraje y la abnegación.